Volví a pasar por debajo del puente. Todavía no cambiaron la leyenda que lo puebla.
Yo espero ansiosa que esto suceda.-
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Qué frase de viejo, ¿no?
Hoy la escuché por un remisero. Es graciosa y triste a la vez.-
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Y eso es todo lo que hay, hasta ahora. Si alguien pasa por ahí y ve que lo han cambiado, haga el favor de avisarme. Pero sin contarme qué es lo que dice, porque me gusta llevarme la sorpresa.-
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